Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2008

se acabó

Pensar todo lo que pasamos en tan poco tiempo no me deja dormir. Sé que nos prometimos no hacernos esto, pero hoy tengo que romper mi promesa para dejarte ir. El trato fue breve y simple, tu querías un mejor español, yo quería la profundidad de tus ojos. Parece que encontraste un par de palabras, parece que yo encontré sosiego. Nos despedimos como si hubiera café al día siguiente, o tal vez no lo hicimos para no hacernos daño, y solo quiero pensar en decir gracias porque sin ti la vida hubiera sido más dificil. Que pasará? Creo que es simple, tu podrás leer esté post (y entenderás muchas de mis dudas en los demás), yo podré guardar en mis recuerdos la magia de tus ojos azules... Perdón por los errores, pero el teclado del iPod es algo dificil

Monerías

Un día llegó a un pueblo un señor muy bien vestido. Se instaló en el único hotel que había y publicó un aviso en la única página del periódico local: "Estoy dispuesto a comprar cada mono que me traigan del bosque a $10 cada uno". Los campesinos, que conocían el bosque y lo sabían repleto de monos, salieron corriendo a cazarlos. Y el hombre cumplió: compró los cientos de monos que le trajeron a $10 por cabeza. Una vez que quedaron pocos monos en el bosque y resultaba difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés y el hombre debió duplicar la oferta: pagaría $20 por cada nueva adquisición. La reacción de los campesinos fue inmediata. Nuevamente, la cantidad de monos libres se redujo al punto de no interesar a los campesinos y el hombre decidió elevar la oferta a $25 para que éstos volvieran al bosque y cazaran los pocos monos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno. Llegado este punto, el hombre ofreció $50 por cada mono, pero como tenía negocios que at

First trial

In this world, the optimists have it not because they are always right, but because they are positive. Even when wrong, they are positive, and that is the way of achievement, correction, improvement and success. The one lesson that emerges is the need to keep trying. No miracles. No perfection. No millennium. No apocalypse. We must cultivate a skeptical faith, avoid dogma, listen and watch well, try to clarify and define ends, the better to choose means. David Landes. The Wealth and Poverty of Nations The question is: ¿how much?

Mentiras

Hoy estamos aquí y no importa que sigas tan linda como desde que te conocí, no importa lo que piensas, no importa lo que hagas. Hoy somos instinto, hoy somos sólo carne y deseo, sudor y tiempo, hoy somos heridas abiertas. Hoy estamos aquí, atrapados en nuestra piel, sintiendo lo que hace tanto tiempo no habíamos podido sentir, buscando un poco de cariño en donde jamás lo podremos encontrar. Sabemos que la noche terminará pronto, pero nos esforzamos por buscar en el infierno un poco de paz para sobrevivir mañana. Hoy estamos aquí, engañándonos uno al otro, jurándonos frente al corazón una vida que terminará mañana, esperando un suspiro que se evaporará en el aire, pero alimentando nuestros anhelos, cada vez más insaciables. Hoy estamos aquí y no importa qué tan alto o que tan fuerte gritemos, no importan tus vuelos en el aire viciado ni mis demostraciones de audacia marchita, no importan las promesas, no importan los sueños, no importa el corazón… Hoy estamos aquí, mintiéndonos.

Cierra los ojos

Cierra los ojos y dime que esta noche no habrá frío. Hazme promesas tan cortas que estés dispuesta a cumplir, o mejor aún, prométeme que no habrá mañana. Hoy necesito creerte, hoy quiero que limpies las heridas que se están pudriendo, que me están matando. Hoy quiero que cierres los ojos y aprietes muy fuerte, quiero que me hagas sangrar hasta que estés segura que podré recuperarme, que podré salir de esto. Hoy cierra los porque no quiero que me veas llorar

Lecciones de la embajada

Y se encuentra siempre sentado ahí. No importa que caiga nieve, que la lluvia lo empape o que el calor lo sofoque, se mantiene en su rutina de todos los días con su camisa sucia, sus pantalones rotos y su sonrisa de oropel, desgastado por el tiempo. No tiene más esperanza que la que le otorga su propio deseo y que le hace levantarse un poco, arreglarse lo necesario y, si es un día lo suficientemente especial, hacer un poco de ejercicio para vencer a las piernas entumidas. No es que lo conozca de hace tiempo, pero la rutina nos hizo coincidir en un espacio en donde los mundos ajetreados y parsimoniosos se encuentran para darle contrastes a la vida. Siempre estaba ahí, con sus ojos hundidos, mirando. Hoy me detuve a preguntar (levantarse temprano siempre te permite darte pequeñas libertades) y el tener la respuesta me dejó con más dudas que las que pude haber pensado mientras lo miraba al pasar por ahí todos los días. La respuesta fue simple “estoy esperando”, “¿qué esperas?” –Pregunté