A veces pienso que nos encontramos en un intrincado cuento de personajes que no podemos contar nosotros mismos. Cada uno de esos personajes, a pesar de tener una historia y un pasado, se rigen por la voluntad misma del cuento, del escritor arbitrario que piensa para sí en cómo hacer la historia más intrincada y en donde, no importa lo que pase, los actores siempre responderán a una voluntad que se encuentra fuera de su control…
¿qué seguirá en la página de mañana?
¿qué seguirá en la página de mañana?
Caray... ten por seguro que en cuanto regrese vamos a ir a tomarnos unos cuantos tragos don Chamacone. El 2009 debe comenzar con todo.
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