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La presión de nuestra vida privada

A veces, lo que hacemos con nuestras vidas determina lo que hacemos con nuestro trabajo. Buscamos lugares que nos acomoden por estar más tiempo con las personas con las que queremos, buscamos lugares que nos ocupen mucho más para no estar con las personas que no queremos, o lo contrario.

Me gusta pensar que es así y no en sentido contrario, pero en honor de continuar con la verdad, también son nuestros trabajos los que determinan nuestras vidas. Nos movemos a otros países o a otras ciudades por las oportunidades del trabajo que queremos, o las que tenemos.

¿Qué nos hace decidir qué es más importante? Es el momento en que estamos en la vida, tal vez sólo las ganas de irse o las oportunidades que podamos encontrar. Vidas encontramos muchas, pero decidir a donde llevar la nuestra puede ser lo más difícil.

¿Què quiero? Me gustaría conocer otros lugres, pero sé que hay cosas muy importantes en mi vida que me pueden ayudar a imaginar una vida en este lugar... Es cosa de querer la vida con emoción.

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Se alquila! Apuesto muchacho para salir fines de semana. Dispuesto a cualquier cosa con tal de evitar el ocio semanal. Diversas facetas, divertido y apuesto. Favor de abstenerse si usted no tiene más de 17 años o menos de 33. Preferentemente chicas lindas... Informes, dejar un comentario en este post... Saludos!

I’ve never feared so much to something that by nature should be beautiful. It is because sometimes beauty is reminding me just where the line is drawn. By the times the flowers were born the permafrost should be there, the ice on the earth was never there. By the time they were opened no one were walking to spread the news. They flourished alone, in the wrong moment, in a world that will be consumed by the fatality of its beauty #flowers #february #blossom🌸 #climatechangeisreal

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Writing again

Dear JC, It's peculiar, isn't it, how the mind clings to memories, especially those we wish to forget? Some nights, I find myself ensnared in a web of dreams, each thread woven with echoes of you. You, who dominated my thoughts, still reign in the kingdom of my nighttime musings. I remember, with an unsettling clarity, every encounter, every word, and every smirk. The way your laughter would echo down hallways, a haunting melody that played on all my strings. The cold glint in your eyes as you found new ways to assert your dominance, your power, unyielding and absolute. In these dreams, I revisit those days, each detail meticulously preserved in the museum of my mind. The corridors, once mundane, now seem like twisted labyrinths in my dreams, with you as the ever-present Minotaur, both feared and revered. Sometimes, I wonder if you ever think of those days. Do you ever recall the weight of your words and actions? Or have they dissolved into the ether, insignificant and forgotte...