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Mala señal

Levantarse tan temprano en domingo no debe ser sino una mala señal. También es señal de que mi sábado no fue una noche reventada de alcohol y sexo interminable (ay nostalgias...), pero en fin. Aquí estoy.
 
La buena señal es que para las 11 de la mañana ya habré ido a correr, desayunado, y pensado en lo que me deparará el resto del día, pero sin duda es mala señal estar despierto en el momento en que lo más interesante que se puede hacer es ver el correcaminos (que aún me parece sensacional). Pero definitivamente hay algo que no me permite volver a disfrutar de forma tan animada de esa programación de domingo, tal vez porque no tengo un chocolate con leche en un vaso azul de plástico.

Es muy difícil encontrar un empleo en domingo tan temprano, tal vez porque es muy difícil tener la concentración para buscarlo, o por el horario de oficina, yo qué sé. Los domingos (y los viernes en el mundo islámico), se disfrutan de manera distinta por la costumbre social de tener una conexión con dios (creo que hace tiempo que algo falla en mi antena). No son como cualquier día día de festivo normal, pero cuando escuchas la "Guaracha sabrosona" a las 8:58 de la mañana del domingo, comienza a aterrorizarte lo que depara este día. Mala señal.

Cuestión de enfoques, domingo es ahora un día extraño en el que hay que convertir el ocio en lo que ayer aprendí: enfocar, querer, visualizarse y llegar. A veces escuchar lo que tienen que decir las personas puede cambiar la percepción que tienes sobre el domingo (pero no todos, porque hay algunos que definitivamente deberían tener prohibido opinar)...
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