Siempre hay situaciones de las personas que nunca vamos a entender, porque no convivimos lo suficiente o porque tal vez no están dentro de las cosas que planeamos. Pero, inclusive cuando convives mucho, o por lo menos tratas de hacerlo, con una persona a la que aprecias, también tiene el derecho a guardarte secretos.
Tal vez no es que las odies o que no les tengas confianza, tal vez te avergüenzas de tu pasado o tienes algo que nadie mas quiere que sepas. No lo entiendo, a pesar de que creo ser la persona con menos capacidad para llevar una conversación fluida, trato de contestar a todo lo que se me pregunta, muchas veces evadiendo el tema, pero finalmente se enteran, creo que entonces hay algo más lejos en los secretos.
Tendría que ser la necesidad de guardarnos algo para nosotros mismos, o tal vez de no revelar lo que sentimos sobre los demás, pero entonces, también estamos dejando de ser sinceros con nosotros mismos. Y es en este momento cuando la fatídica situación de inconformidad con lo que no nos es contado por las personas que nos rodean nos lleva a tratar de averiguar el origen del problema. Es la forma en cómo nos educaron, o el simple miedo a crecer, la necesidad de tener algo para nosotros mismos o no lo se, algo que tenga que ver con el asunto.
Sea lo que fuere, es simple, nunca vas a poder saber, ya sea por interés intelectual o morbo, totalmente lo que piensan las personas que te rodean, porque siempre van a existir los secretos. No es que sea malo o que no lo sea, pero creo que sería más llevadera la vida sin tener cosas que cargar con nosotros mismos, sin tener que escondernos a nosotros cada vez que sabemos que alguien habla sobre nuestro más íntimo tesoro, sobre nuestro secreto.
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