Ir al contenido principal

No sé por qué extrañar

Sabes hoy aprendí algo muy valioso... creo que hoy más que nunca aprendí a extrañarte. Para ser sincero eso de extrañarte, por lo menos algo de ti, no era nuevo en estas vacaciones, pero también en este ataque de sinceridad sería justo que dijera que podía controlarlo. Pensar en ti tal vez sea tan frecuente como respirar; pero en las vacaciones, sobre todo en la alberca, te das cuenta que aguantar la respiración bajo el agua también te ayuda a relajarte.

Sin embargo, hoy fue distinto. No hice nada más que cumplir una promesa y atreverme a hacer otras cosas. Francamente en la mañana me parecía un día ocupado e interesante. Iba a salir, a tomar un café y tal vez otro por la tarde, charlar un rato y después volver a casa para descansar. No había más en el horizonte que dos personas y tal vez dos conversaciones interesantes -siempre he pensado que tienes que conocer a las personas.

Pero hoy no fue el cambio de lugar ni la espera. Algo faltaba en el cuadro. Algo que me hizo sentir ansioso y malhumorado, que me hizo desesperarme muy rápido. Y es que el día se había vuelto simple. Estábamos caminando sin rumbo y no sentía esa seguridad que me encanta experimentar cuando falta un largo camino para tu casa y tenemos mucho que platicar. No hubo lluvia y si la hubiera habido no habría magia. La conversación se evaporaba al igual que el agua del parque y escaseaba tanto como mi paciencia.

No es que haya sido un mal día, pero creo que comencé a extrañarte en serio. No tiene que ser espectacular, pero tiene que ser especial. Extrañarte y respirar se volvieron involuntarios. Tal vez tendría que encontrar una alberca y aguantar la respiración... porque lo intento en el aire y estás ahí.


Extrañaba tanto no extrañar. Recuerdo que fue un día muy raro. El quinto

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las noches magicas de… Hamburgo #hamburg #sunset #derspiegel #night

via Instagram

Introspecciones injustas

A veces pasan tantas cosas que parece que no pasa nada. Es que parece que estoy hecho para dejarlo todo con una facilidad impresionante. Las cosas llegan tan rápido como se van y no hay nada más viejo que dos o tres noches. Entonces revisando aún más adentro descubrí algo bastante preocupante. No tengo nada de toda la vida. No tengo nada que me haya acompañado más de 6 meses, parece entonces que la vida es desechable. Aún mucho más que lo material, tampoco tengo afectos que sean lo suficientemente duraderos para pasar de ser algo efímero. Viví la mitad de lo que llevo de esta vida “cambiando de aires”. De aquí para allá, conociendo a tanta gente que me asustaba. Pero llegó un punto en que me asusté tanto que dejó de importarme. Entonces todo comenzó a ir y venir, igual que yo. Fue entonces que dejó de tener caso creer que habría algo más duradero que lo necesario, que todo iba a terminar tarde o temprano, y todo ha pasado así. No guardo recuerdos, porque m...

There's nothing quite like the feeling of returning to a beautiful space that holds a special place in your heart. Whether it's a city, a beach, or a mountain retreat, there's something about the familiarity and comfort of a beloved destination that can instantly lift your spirits and fill you with joy. This place was the meeting point in the youth, the place for endless walks and a necessary stop in the city tour. Whatever the reason, coming back to a beautiful place can feel like coming home. It's a chance to reconnect with the things that matter most in life: nature, culture, and the people we love. It’s been three years, maybe I’ll come back soon… #beautifulplaces #travel #cdmx #mexico #culture #memories #homecoming

via Instagram