Ir al contenido principal

Sueños

Febrero de 2015

El día de hoy me senté en mi sillón naranja, tomé unas hojas y decidí escribirte una carta; una carta bella, que la leas muchas veces y luego si quieres la guardes en un cajón. Una carta que el día que estés enojada termine con tu mal humor e incluso cuanto de haya lastimado te contengas las ganas de romperla en mi cara por ser una carta simpática. En el intento de hacer una carta bella he estado pensando que no hay mejor tema que los sueños y el amor.
Soñar es una de mis actividades favoritas, en los días de verano puedo realizar esta actividad por más de veinte horas seguidas sin descanso, aunque durante los periodos de exámenes me veo limitado a ejercer tan complaciente actividad por tan solo dos horas diarias. A veces mis sueños son tan simples que seguramente paso horas contemplando espejismos en mi mente; en cambio, cuando se vuelven complicados hago todo lo posible por dar una gran bocanada de aire y despertarme al instante.
Mi almohada es siempre una amable compañera que me ayuda a resolver los problemas en mis sueños, aunque de jueves a domingo se convierte en una dulce traicionera que intenta pegarme a la cama un par de horas mas, causándome terribles problemas de impuntualidad. Mientras meditaba sobre la naturaleza de estas traiciones solo pude pensar una cosa, que está platónicamente enamorada de mi.
Estos sueños no son los únicos que tengo; cuando me veo obligado a exponer en clase me imagino en medio de un grupo de importantes científicos—sociales--de sacos largos y bigotes negros, evaluando mi teoría de la “Objetividad subjetiva anacrónica parasintética sobre el materialismo histórico del plasma en relación con el capitalismo, el tiempo, el espacio y el hombre, según Weber” (lo que sea que eso signifique), otras veces cuando discuto las opiniones de los demás me imagino como abogado de Juana la Loca, con una enorme peluca rizada, cuando Felipe el Hermoso intentaba arrebatarle la corona; muchas otras veces cuando viajo en el metro me siento lejos de la tierra, en el espacio, transitando a cientos de miles años luz y perdiéndome en las estrellas o en los opacos pero cálidos planetas. De un momento a otro paso de ser un esclavo de la polis griega a un emperador romano y de ahí a ser un terrorista chechenio y después soy el presidente de los Estados Unidos, esto realmente me perturba.
Resulta bastante difícil despertar, mi hermana emplea más de cinco cubetas de agua helada antes de que pueda despegar los párpados, muchas veces me enfermo después de hacerlo y cuando vuelvo a dormir, comienzo otra vez a soñar en un interminable círculo que puedo llamar mi vida.
Así es mi vida, como una cadena de ADN, compuesta toda por sueños, ¿incoherentes? ¡Tal vez! No termina uno cuando comienza el otro mezclando personajes y situaciones, pero hoy se que si sometemos mis sueños a un examen algebraico encontraríamos un común denominador: el amor.
Por alguna razón, siempre intento encontrarle un final feliz a todas las historias, incluso a las más terroríficas. Cuando estoy atrapado entre los sueños más profundos y temibles basta con tener un pensamiento feliz y un poco de polvo de hadas me saca del apuro. En ese momento las profundidades se convierten en nubes en las que juego y olvido lo que me afligía. Todo parece tan fácil cuando uno está entre sueños, sin embargo, la vida parece el sueño más incoherente y difícil de todos. Miles de seres humanos mueren diariamente, las mujeres lloran por sus niños extraviados, el hombre se encuentra perdido en la rutina que lo aparta del mundo, los valores desaparecen entre las personas y parece que nunca más estaremos dispuestos a sacrificarnos por la verdad.
Cuando me encuentro frente a una situación como esta, los pensamientos inundan mi cabeza y no encuentro las lágrimas, pero las siento bajar formando filas, como las que forman los niños perdidos en el país de nunca jamás. Esos días veo horas y horas por la ventana esperando que Peter Pan se asome buscando cualquier cosa, que campanita me regale un poco de polvo de hadas y que pueda atravesar el umbral como en mis sueños, volando y olvidando que eso me consterna.
Tal vez por mi edad no se aparecen, un niño de 18 años que no se puede llamar precisamente así. Por alguna razón cuando uno llega a esta edad y adquiere personalidad jurídica propia (lo que sea que eso signifique), las cosas cambian totalmente, de la noche a la mañana. Como dice un gran amigo ¡¿Por qué el mundo no se da cuenta que crecer es inevitable y madurar es opcional?!
Si crecer es inevitable, y ahora tengo una altura considerable de un metro con ochenta y tantos centímetros, creo que me falta crecer dos metros más para madurar. Pero si es necesario este proceso para encontrar un nuevo ángulo y que en vez de estar asustado, tenga el valor para salir y enfrentar el sueño incoherente y doloroso que es la vida, creo que estoy dispuesto a hacerlo. Si debo crear nuevos planes contra los piratas que me persiguen pero que se encuentran atrapados en mi, si puedo luchar contra las injusticias que son como monstruos que encuentro debajo de mi cama o en mi closet… quiero que sea a tu lado, quiero que me acompañes en la afrenta y al final en la victoria o en la derrota poder decir te quiero... Creo que finalmente encontré mi polvo de hadas.
Transfiriendo cosas que son demasiado para hacer cualquier comentario. Pero que finalmente son parte de lo pasado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Writing again

Dear JC, It's peculiar, isn't it, how the mind clings to memories, especially those we wish to forget? Some nights, I find myself ensnared in a web of dreams, each thread woven with echoes of you. You, who dominated my thoughts, still reign in the kingdom of my nighttime musings. I remember, with an unsettling clarity, every encounter, every word, and every smirk. The way your laughter would echo down hallways, a haunting melody that played on all my strings. The cold glint in your eyes as you found new ways to assert your dominance, your power, unyielding and absolute. In these dreams, I revisit those days, each detail meticulously preserved in the museum of my mind. The corridors, once mundane, now seem like twisted labyrinths in my dreams, with you as the ever-present Minotaur, both feared and revered. Sometimes, I wonder if you ever think of those days. Do you ever recall the weight of your words and actions? Or have they dissolved into the ether, insignificant and forgotte

Ey woman

Commemorating something in the middle of this mess is hard. In times when liberal dreams are less than zero, and tolerance looks like something we are able to exchange for security, self-reaffirmation or even a joke, it seems like a waste of time to think about the good old days of freedom and equality. The warm days of rights and hope are gone. Don't misinterpret me, I've been trying to continue believing in the idealistic situation of your freedom of constructing equally. I've been trying to impulse this ideal of equality in confusing and anger times, and for sure I see in every woman a person able to be empowered, to construct a better mankind, but I have to tell you it is hard to find a way. Everyone is hiding behind their nihilism, everything is so insecure when we realise that we are just ourselves so connected to create nothing. Even I exchanged the liberal ideas for a while, I played the gender role, and I tried to not question the situations that will brin

Secretos

He prometido tantas cosas últimamente, como guardar silencio en el recuerdo que guarda un poco de momento y otro poco de valor, que se escapa en el deseo inesperado y que atrapa una situación más profunda. Me gustaría alimentar tus pensamientos con todo lo que pasaba por mi mente, no sé si para recrear tu morbo o para distraer al mío. Pero entendiendo que la sensación de lo prohibido es de las cosas que te encantan, y que me gustaría que liberaras más de vez en cuando, sólo para variar. Voy a tratar de cubrir los detalles con un poco de polvo para que los hagan más dudosos a la vista de cualquiera, sabiendo que conoces de memoria cada parte. Es entonces que puedes pensar que las promesas se rompen en la confundida estrategia de recrear en tu mente, pero sólo es para quitarle el tiempo a tu ocio o divertir al mío con sus anhelos. Ocio como el que nos llevó en primer momento a pensar que los detalles iluminan un poco más la mente de dos ansiosos de experimentar tantas cosas como momen