Sabes… cada vez te entiendo menos. Pero creo que cada vez tengo más cosas para reprocharte, a pesar de que siempre ha sido algo que evito hacer con las personas. Hace tiempo, y en un cuadro muy triste creí que la mejor decisión era no vincularme, ni mucho menos preocuparme por lo que pasara. Hace tiempo decidí también que la distancia tendría que ser lo mejor y que la vida es mucho más sana cuando la vives así, que a veces sólo estamos juntos para hacernos daño y que no hay por qué caer en un juego que nos vaya a matar. Y sin embargo, aquí estamos… tú de nuevo abrazándome pidiendo secretos de las aventuras nocturnas mientras te aferras mucho más y te siento cálida de nuevo, a pesar de que ahora es verano.
Parece que el ambiente furtivo te favorece, las aventuras detrás del espejo te emocionan mucho más que la vida que vives. Coquetear detrás de lo que el mundo ve te satisface más que los besos que se tornan cada vez más vacíos, pero que se convierten en parte de la inmensidad cuando te cubre un poco de sombra, y un poco de culpa. No esperes entonces mucho más de lo que la búsqueda del misterio te puede otorgar. Eres intensa cuando te encuentras decidida a romper tus reglas, a engañarte un poco y buscar aventuras detrás de las formalidades de siempre. Y sé que contra tu soledad, mi inmenso deseo no tiene más red que la que nos protege de las miradas de la gente, no me detengas ahora porque serás mi única aventura… no me detengas mañana porque serás sólo un recuerdo que se desvanecerá para evitar las preguntas de la gente…
Entonces, disfruta el secreto amor, disfruta entonces el momento querida. Tú eres mi aventura de esta noche, tú eres mi proyecto de largo plazo, tú eres mi sombra y tú eres mi luz. No hay más misterio en la calidez de tus brazos… sólo esperemos a que la noche nos cubra un poco, a que la paloma vuele lejos, deja la puerta abierta como siempre, pero esta vez intenta dejar abierto también el corazón.
En días en que la lluvia empaña algo más que los cristales...
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