OK. Tengo que admitirlo, a veces me equivoco (y me gustaría no hacer esto público). Sin embargo es posible que esto no pase así porque tengo que hacerlo, es una apelación a la justicia (esa que me persigue para todos lados). Entonces para ser justo a todo lo que ha sucedido, tengo que decir gracias.
Y es que ayer llegué tan molesto por todo lo que pasaba, trabajando en automático y sin más convicción que sólo esperar a que terminase la temporada para tener algo nuevo, darme cuenta de que soy un año más viejo y por qué no, ahogar lo que siento en los libros y la carga de trabajo. Estaba resuelto a continuar con el stand by que me invadía cada día que me levantaba, no importaba qué tan bueno podía ser o qué tan distinto era de los demás. Afortunadamente me equivoqué.
Algo importante pasó y con ello me devolvió algo de lo que creí que había perdido. Cuando revisé mi correo encontré el comentario más dulce que me hiciera alguien jamás, y es que ser un chico encantador nunca es fácil. Detrás de la presunción que pueda significar eso (sobre todo porque lo escribió la chica más maravillosa que haya conocido), me devolvió la expresión de imbécil que busca algo entretenido para vivir dignamente esta parte del juego. Y es que esto es más que un GRACIAS hacia alguien maravillosamente humana que tiene la chispa para vivir. No me importa ahora qué suceda, pero lo qué es muy posible es que me encontraré acostado sobre mi cama, pensando en lo que pasó durante el día y vendrá a mí el comentario con una sonrisa...
También te quiero mucho...
La primera cosa bonita del año, tal vez una de las pocas
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