Partiendo de el hecho de que no fue un fin de semana lo suficientemente productivo para sentirme orgulloso, no hice nada, o que haya sido uno de esos momentos divertidos donde te olvidas del tiempo (ya luego terminaré la historia de mi día divertido) resulta ahora que el saldo es un poco negativo.
Si bien nunca he sido la persona que busque y encuentre las soluciones de fondo a los problemas, de eso estoy muy conciente, tampoco creo que los problemas sean tan graves para poder vivir cosas tan fuertes. Es cierto también que la diferencia de valores nos puede hacer tomar las cosas de diferente manera y que los problemas graves para algunos son poco relevantes para otros. Con esto no quiero expiar mis culpas en el relativismo que no ayuda, pero creo que la vida debe de ir un poco más despacio.
Entonces, no puedo decir que soy un chico incomprendido por lo que hice, en parte porque se que hice mal y me siento peor por la situación, no era el lugar ni el momento, pero tampoco puedo sentirme absolutamente culpable de todo lo que pasa, pedí perdón y está en el mundo otorgar el perdón y seguir adelante, y si no se puede, fue un placer vivir así y qué triste que terminara de la forma en que probablemente termine, pero no voy a hacer nada que no quiera hacer para volver a vivir bajo la gracia de las personas, ni voy a vivir pidiendo perdón cada que la situación salga a flote... me equivoqué, pero es de sabios reconocerlo y hacer lo humanamente posible por remediarlo. Alguna vez dije a un buen chico que nunca era necesario perdonar a un amigo, porque siempre tenías que entenderlo... no se si ahora pueda decir lo mismo.
A pesar de las malas costumbres, lo supimos superar...
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