Hoy vi retirarse al mejor piloto de autos de todos los tiempos, también hoy se fue mucho de lo que fue parte de mi con esa carrera. Y es que creo que realmente merece escribir sobre alguien tan importante. No fue una carrera contra la modernidad, a todos nos llega nuestro tiempo, pero fue una carrera contra mi pasado. En lo deportivo, tengo que admitir que lo único que realmente me emocionaba era ver a aquel hombre manejando la más perfecta máquina de ingeniería jamás creada, no eran ni los goles del Bofo ni un cuadrangular, mucho menos una anotación o un enceste.
Lo que realmente me emocionaba era ver cómo se podía correr tan rápido, casi volar, y un instante después ver que sólo son simples mortales conduciendo obras de arte. Pero él tenía realmente algo especial, no es que tuviera siempre la ventaja, nunca la tuvo por completo, y era completamente falible, como cualquier hombre; pero el estilo en las formas, eso no te lo da un coche, eso sólo llega con la experiencia y se lleva en la sangre. Ganó cuando no tenía la ventaja y también con las condiciones más favorables; y es que el entorno nos determina tanto como nuestro coraje para sobreponernos.
Pero tal vez algún día, mas pronto de lo que creo, criticaré a los que le siguieron y diré con algo de fanfarronería que yo pude ver al más grande y que no habrá otro igual. Sin embargo, también se fue algo mío en esa carrera; se fue la parte que sabe que puede hacerlo porque tengo las condiciones, para pasar al chico que va a intentar sin saber y sin preocuparse por las condiciones. Y es que algo entendí hoy, he cambiado. Tal vez sea el fin de una época, o tal vez sea el inicio de los tiempos modernos.
Sólo quedan los demás
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